Después de los atentados del 11 de septiembre a las Torres Gemelas, lo que ocurrió este fin de semana se convirtió en el segundo peor ataque de la historia en Estados Unidos. Cincuenta personas perdieron la vida y más de cuarenta se encuentran recuperándose de graves heridas, luego de que un sujeto entrara a un club nocturno y comenzara a disparar al aire.
La matanza ocurrió a las dos de la madrugada de este domingo en una discoteque ubicada en Orlando, llamada Pulse, y la hipótesis que existe hasta el momento es que el hombre que ingresó al lugar sentía rechazo por la comunidad gay. Al parecer, él sabía que en ese lugar semana a semana se reunían cientos de personas en fiestas masivas.
La policía recibió la primera alerta sobre este acto, luego de que el club a través de Facebook publicara: «Salgan todos de Pulse y corran».
Si bien las autoridades aún no confirman los datos del principal sospechoso, según CNN, se trataría de Omar Saddiqui Mateen, un hombre hijo de padres afganos y que al parecer pertenece a la ideología islámica radical. Así mismo, «NBC News» señaló que Mateen llamó poco antes de realizar el tiroteo al 911 y declaró su lealtad al Estado Islámico.
Aunque aún se desconoce si este hecho fue a causa de una motivación política, religiosa u homofóbica, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama lo describió como, «un acto de terror y odio».