Es más que probable que conozcas a una pareja que se mantiene junta, pese a que ya no muestren señal alguna de estar enamorados. Es más, puede que hasta a ti mism@ te haya pasado una situación así.
¿Por qué entonces seguir juntos y no terminar la relación? Esa fue la interrogante que intentó responder la psicóloga de la Universidad de Utah, Samantha Joel y sus colegas, en un estudio publicado en el Journal of Personality and Social Psychology.
Para la investigación se reclutó a cerca de 4 mil personas comprometidas, pero que pensaban dejar a su pareja para irse a estudiar a otro país. Además los investigadores se basaron en la «teoría de la independencia», que postula que las personas “permanecen mientras los beneficios superen los costos, y se van cuando los costos superan los beneficios”.
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Las razones que se evalúan para permanecer en una relación
En esa línea, el estudio estableció que hay tres factores principales que las personas consideran antes de decidir si abandonar una relación o no.
- La satisfacción de la relación: Esto quiere decir, cuando los «beneficios superan los costos». Mientras estés satisfecho con tu pareja, te quedarás.
- Las inversiones: Ya sean activos tangibles o intangibles que se han invertido en la relación. Puede ser desde hijos, propiedades, sociedades, amistades en común, hasta el tiempo que han pasado juntos o las experiencias compartidas. «Cuanto más tiempo ha estado casada una pareja, menos probable es que vaya a divorciarse», explica el doctor en Psicología David Ludden.
- La calidad de las alternativas: Esto último se refiere a cuando las personas piensan en dejar una relación, pero temen no poder encontrar a alguien mejor que su pareja actual.
El miedo a dañar al otro
Otros de los factores que inciden en la permanencia en una relación, pese a que ya no se esté enamorad@ es el miedo a dañar al otro. Según explican los expertos, «a menudo sacrificamos nuestros propios beneficios por el bien de la otra persona».
Así también, la dificultad de una conversación sobre si terminar o no la relación también incide, «pero sin una discusión abierta y honesta, ambos tendrán que lidiar con la miseria de fingir indefinidamente», sentencian.