A principios de enero te contamos que el príncipe Harry y Meghan Markle querían dejar sus títulos reales, para ser «financieramente independientes». Esta noticia sin duda fue todo un escándalo en al corona británica.
Si bien el matrimonio quería seguir trabajando para la Corona pero con un perfil más bajo, en la negociación con la Reina Isabel II finalmente no fue posible.
Es más, la reina decidió dejar a los duques de Sussex sin ninguna responsabilidad de la corona, excepto las organizaciones que patrocinan. Esto al parecer no era lo que la pareja quería.
En un evento hace unas semanas, Harry dijo que: «Nuestra esperanza era seguir sirviendo a la Reina, a la Commonwealth y a mis asociaciones militares, pero sin financiamiento público. Lamentablemente, eso no es posible».
Una nueva prohibición
Sin embargo, eso no fue lo único. Ahora último, la Reina Isabel sumó una nueva prohibición: el de no poder ocupar la palabra «royal» (‘realeza’) para promocionar sus actividades comerciales. Esto significa que su marca «Sussex Royal» (con la que tienen los nombres de sus cuentas de redes sociales) deberán cambiarla.
Esta decisión seguiría la lógica de que ambos ya no serían parte de la casa real británica y, según el sitio Vanitatis, esto estaría estipulado en las leyes británicas y no sería solo un capricho.
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Por otro lado, en Vanity Fair también explicaron que la institución tiene reglas muy estrictas, sobre el uso de «royal». Si bien Harry y Meghan siguen siendo parte de la familia real, la monarca no puede hacer excepciones respecto a quienes pueden usar esa palabra.