Fue tendencia hace un tiempo y esta primavera/verano, la piel de mantequilla o buttery skin regresa con todo.
Corresponde a una técnica que se basa en el cuidado del cutis y que da como resultado un aspecto brillante que potencia el maquillaje, haciendo lucir el rostro suave y reluciente.
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El truco para conseguir una piel de mantequilla es preparar muy bien el cutis y dejar que el hidratante actúe por unos minutos, antes de aplicar el maquillaje. El resto del proceso es similar a la rutina habitual.
Eso sí, un factor crucial para lograr el buttery skin son los iluminadores y dejar de lado la técnica contour. Y es que esta técnica trata precisamente sobre la iluminación y evitar la oscuridad.
De este modo, lo fundamental es iluminar puntos clave, como son el hueso de la ceja, nariz y arco de cupido de los labio.
Tal como su nombre lo indica, la buttery skin es una piel que recuerda a la jugosidad y al brillo de la mantequilla. Ideal para lucir en temporadas de cálidas temperaturas.
Paso a paso para conseguir la piel de mantequilla
1-Prepara la piel exfoliándola e hidratándola con una crema.
2-Después, extiende una base de maquillaje fluida y ligera, que proporcione un acabado transparente, que deberás calentar primero en las manos y aplicarla después con los dedos (no con brocha) para conseguir un aspecto más jugoso.
3-Luego añade un rubor líquido o en crema –la textura en polvo apagaría el efecto que queremos conseguir– sobre las mejillas.
4-Aplica un iluminador dorado en la parte superior de los pómulos y en las sienes y uno rosado sobre las mejillas y en la punta de la nariz.
5-Termina extendiendo un poco de bálsamo labial sobre los mofletes, ya que este gesto añadirá un extra de jugosidad.