La leche materna aporta los nutrientes necesarios para el desarrollo del bebé y, al respecto, algunas madres se preguntan si a ellas también las beneficia eliminando los kilos extra ganados durante el embarazo.
De acuerdo con especialistas de Mayo Clinic (EE.UU), la lactancia materna efectivamente favorece la pérdida de peso. Ello, pues al amamantar se utilizan las células grasas que se acumularon en la gestación, así como las calorías de lo que se come para poder producir la leche materna.
Y es más, según un estudio publicado en la revista científica «American journal of clinical nutrition», aquellas madres que subieron un promedio de 12 kilos en el embarazo los pueden perder en su totalidad si siguen la lactancia exclusiva, al menos, durante los primeros seis meses de vida de sus hijos.
Lactancia exclusiva significa que el bebé recibe solamente leche materna (incluyendo leche extraída o de nodriza) y ningún otro alimento o bebida, ni siquiera agua, excepto por sales de rehidratación oral, gotas y jarabes (vitaminas, minerales y medicamentos).