Si tuvieras que responder lo primero que se venga a tu cabeza: ¿crees que la inteligencia y el amor van de la mano?
Según el último libro de Sergio Sinay, especialista y consultor en vínculos humanos, nosotros «somos hijos de una cultura donde amor y sufrimiento están hermanados». ¡Como si fuesen siameses!
Además, explica que lo más importante es que, tanto cerebro como corazón, trabajen en conjunto para amar responsablemente y no dañar (ni salir dañado) a nuestras futuras parejas. Y cuidado con la creencia de que hay que sufrir por amor porque de esa forma «el amor queda ligado al sufrimiento y no al goce».
A disfrutar más y a sufrir menos.