El actor revela cómo ha vivido este papel, el que representa oscuros tópicos entre sus cercanos.
Néstor Cantillana cierra un exitoso año en TV, y es que su personaje en «Pacto de Sangre» ha hecho subir la tensión en el drama. Marco Toselli, en el último capítulo de la nocturna de Canal 13, se mandó una escena que dejó con los pelos de punta a los televidentes.
Y es que Cantillana se dio una licencia para «irse al chancho», cuando su personaje se entera que es infertil, por lo que se entiende que el hijo que espera su esposa, Josefa (Loreto Aravena), no es suyo, sino de Gabriel, quien es interpretado por Pablo Macaya.
La escena partió con una llamada a Marco, donde la clínica de fertilidad a la que había acudido hace algún tiempo, le informa que es estéril. Si bien ese procedimiento sale de la realidad, pues ese tipo de información se entrega en privado, según comentan expertos.
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Sin embargo, el director de «Pacto de Sangre», Cristian Mason, argumentó que «nos dimos una licencia artística, porque Marco se tenía que enterar de alguna forma, y de sopetón, que la guagua no era de él», confiesa a Lun.
Una de las licencia que se dieron desde la producción de la nocturna, fue la expresión e ira que tendría Marco. «Quisimos que Néstor expresara toda esa rabia e impotencia cuando recibe la noticia. Conversamos largamente la escena y la ensayamos un par de veces. Finalmente la grabamos de una vez y le dimos un toque de locura cambiando el color de la imagen a uno más opaco», confiesa el director.
Otro detalle que no dejaron al azar, fue el desahogo de Marco, llegando a romper un ventanal. «Hicimos algo simbólico cuando el personaje de Néstor se mira en un vidrio roto, como símbolo de que se le quebró la vida con esa noticia», argumenta Mason.
El que si se salió con la suya fue Cantillana, quien abusó de la situación, con profesionalismo pertinente. «El guión decía que Marco rompía algunas cosas que tenía cerca. No iba a tirar un florero, así que decidimos quebrar un ventanal con un perchero, que era bastante pesado ,así que se quebró al tiro».
«Fue exquisito romper un ventanal, jajaja. Este personaje me ha permitido irme al chancho, no quedarme corto, no tratar de cumplir con la cosa televisiva de que sólo se encienda que está enojado, sino que expresarlo todo», confiesa el actor.