El éxito de la cinta «Deadpool» no solo se reflejó en las altas cifras de audiencia. El superhéroe, interpretado por Ryan Reynolds, dejó alucinado a Connor McGrath, un niño de 13 años que sufría de cáncer.
El pequeño, gracias a la fundación Make a wish, pudo conocer al actor que interpretaba a su héroes favorito. El encuentro tuvo lugar en el hospital de niños de Alberta, en Canadá, antes del estreno del cinta. Luego de eso, el protagonista de la taquillera película lo volvió a visitar porque establecieron un estrecho vínculo. Pero hace pocos días el actor se enteró que Connor había fallecido.
Ryan escribió una emotiva carta en su cuenta oficial de Facebook dedicada a al pequeño fanático, además de fotos de él.
Acá te dejamos la traducción completa:
«Durante tres años seguidos, mi amigo Connor McGrath pateó al cáncer… No estoy seguro de cómo… tal vez el cáncer hizo trampa… pero la lucha llegó a su fin hace dos noches.
Ni en mis sueños más salvajes puedo imaginar lo duro que es esto para sus padres, Kim y Gerald, junto a su gran familia en Terranova. Connor tenía 13 años. Pero este chico… era inteligente. Era divertido. No solo divertido para ser un niño, o divertido para ser una persona que lucha contra algo horrible. Era rotundamente divertido. Tenía… eso. Eso que ves en los grandes artistas o escritores de comedia. Un don de palabra y de observación con el que la gente simplemente tiene la suerte de nacer.
Se fue demasiado pronto y eso es algo imposible de aceptar. Connor fue un gran amigo, un gran hijo y una luz para la gente que tuvo la suerte de conocerle. Mientras golpeaba repetidamente al cáncer, hacía reír a todos. Incluyendo a todo el personal que cuidó de él en el Hospital Infantil Edmonton’s Stollery.
Fue la Fundación Make a wish la que nos unió. No puedo agradecérselo lo suficiente. En serio. Gracias. Debido a este deseo, Connor fue la primera persona que vio Deadpool. Viajé hasta Edmonton, Alberta, para sorprenderle con un primer corte de la película. Aún había mucho por perfeccionar, bromas que no funcionaban (ni funcionan todavía) y pantallas en verde. A Connor no pareció importarle. Y nunca me sentí más afortunado de ser Wade Wilson. Antes de lanzarse a mi cuello por mostrar a un chico de 13 años una película de clasificación R, debes saber que este niño conocía más palabrotas que un chef británico.
Volví a Edmonton hace seis semanas y me gustaría poder decir que las cosas estaban mejorando. Después de mi visita, no sabía si estaba diciendo adiós o hasta luego. Ahora, aquí sentado, me doy cuenta de que eran ambas cosas. Estoy agradecido por haber estado en el mundo de Connor durante un breve tiempo. Agradecido por las páginas y páginas de mensajes desternillantes entre nosotros. Agradecido a sus padres por dejar a Connor pasar tiempo con un niño malhablado en el cuerpo de un hombre de 39 años.
Llamaba a Connor Bubba. Y él me llamaba a mí Bubba 2. Nos conocimos porque le encantaba Deadpool, pero en cierto modo él era Deadpool. O, al menos, todo lo que Deadpool aspira a ser: dolor equilibrado, valentía, amor y un sórdido sentido del humor, todo en uno. Me encantaría que hubiera podido quedarse mucho más tiempo.
Si quieres hacer un donativo a la Fundación Make a wish, puedo casi garantizar que tu dinero irá a un buen sitio. Es gente heroica.
Mis más profundas condolencias y agradecimientos a Kim, Gerald y a todo el clan McGrath, que tanto amaba a este niño. Y, por suerte, Connor lo sabía.
Nos vemos en el camino, Bubba.»