Y a través de una entrevista con la revista Vanity Fair, Adele se sinceró y habló de su vida privada como madre. La cantante confesó haber sufrido de depresión postparto cuando tuvo a su hijo Angelo.
«Tuve una seria depresión posparto y me asusté mucho. Estaba obsesionada con mi hijo, como si hubiera tomado la peor decisión de mi vida. Finalmente pensé que lo mejor era concederme una tarde o una semana para hacer lo que me diera la gana sin mi bebé. Cuatro de mis amigas se sentían igual y a todas les daba vergüenza hablar de ello por si los demás pensaban que eran malas madres. No es el caso. Si te concedes más tiempo a ti misma, te conviertes en una madre mejor», confesó Adele a la revista.
Según publica el Diario El País, la intención de Adele al hacerlo público su situación es romper el tabú que existe en torno a esta enfermedad, que sufren entre un 10 y un 33% de las madres.