Este mes se cumplen 20 años desde que Britney Spears se convirtió en un éxito mundial, con la aparición de su primer sencillo «Baby one more time». Su disco homónimo fue lanzado en enero de 1999, pero para ese entonces su canción no paraba de sonar en todas las radios y su videoclip encabezaba las listas de MTV.
Pero hay una historia muy poco conocida detrás del éxito de la canción. Britney llevaba tiempo esperando una oportunidad, luego de su participación en The Mickey Mouse Club, y esta llegó cuando el productor Max Martin pidió que llevasen a la joven de 16 años hasta Suecia para probar con ella un tema escrito originalmente para TLC. Se trataba de «Baby one more time».
Después de dos semanas Spears volvió a su pueblito en Luisiana, sin esperar los resultados que la convertirían en una de las artistas más cotizadas y polémicas de la historia de la música pop. Primero porque la traducción del single significa «golpéame nene una vez más» (de forma sexualmente sugerente). Max Martin replicó que todo se trató de un malentendido y que, al ser sueco, el equipo de producción pensó que «hit me» era un slang estadounidense para decir «llámame». Es decir, lo que realmente querían decir con el título del single era «llámeme una vez más».
Sin embargo, fueron los mismos ejecutivos de Jive Records quienes consideraron que el título era demasiado violento acortándolo a «…Baby one more time». Sin embargo, la guinda de la torta sería el videoclip de la canción, cuya idea original distaba mucho del resultado final, publica Pousta.
Los productores querían que la trama fuese animada con dibujos de Britney golpeando a unos monstruos. Por suerte, Spears planteó una idea distinta y mandó a todo el equipo a comprar uniformes y hacer una coreografía que perduraría durante décadas. Y que 20 años después cuenta con casi 400 millones de reproducciones en YouTube.