Quienes tenemos hermanos sabemos que enojarse con ellos puede ser taaan fácil a veces. Y es que aunque nuestros padres nos hayan castigado mil veces por estas peleas, hoy nos enteramos que después de todo, estos conflictos no eran tan malos como nos hicieron creer.
¡Así es! Según un estudio elaborado por la Universidad de Cambridge liderado por la doctora Claire Hughes, la rivalidad entre hermanos de 2 a 6 años es útil para potenciar el desarrollo emocional y mental de los más pequeños, además de ayudar a madurar y mejorar su capacidad para socializar.
«Cuanto más combativos son los hermanos y a medida que el hermano mayor supera al menor, más lecciones aprenden sobre la comunicación», explica la investigadora al diario The Guardian.
Luego de investigar el tema durante cinco años, la experta además concluye que los padres no debiesen preocuparse por el aumento de las discusiones entre sus hijos con el paso del tiempo, mientras estas vayan acompañadas de un aumento de vocabulario. Estas peleas permitirían que los niños aprendan a resolver sus conflictos.
¡Pero ojo! Hughes asegura que este comportamiento es saludable y beneficioso siempre y cuando no se escape de las manos ni se caiga en la violencia. En caso de ser así, podría ser un indicador de bullying.