Si estuviste maratoneando el fin de semana, de seguro ya te encontraste con la película de Netflix «Corre». Una historia de suspenso protagonizada por Sarah Paulson y Kiera Allen.
Su trama oscura y potente te mantendrá atenta durante toda la película. Y es que la historia se centra en Diane, una madre protectora que da a luz a su hija prematura llamada Chloe. Debido a muchas enfermedades y afecciones, ya de joven Chloe debe usar silla de ruedas y tomar muchas pastillas para tener una buena salud. Todo mientras que su madre atiende cada una de sus necesidades.
Pero cuando Chloe comienza a descubrir diferentes pistas sobre su historia y su madre, las cosas no volverán a ser lo que eran antes.
El gran paso de Kiera Allen
La actriz se roba las miradas no solo por su gran actuación en toda la película, sino porque también tiene una historia auténtica.
Kiera Allen usa silla de ruedas hace seis años debido a una discapacidad motriz. Por eso se sintió feliz cuando el director quiso buscar a un actor joven que pudiera demostrar el talento por sobre la salud.
En una entrevista con Variety, la actriz aseguró: «Después de leerlo -el guión- pensé, ¡Dios mío, tengo que hacer esto!. Estaba tan tan tan comprometida, que pensé, si no obtengo el trabajo y no me puedo desempeñar en ese papel, me romperá el corazón».
Una de las cosas que la conectó con su personaje Chloe, fue lo inteligente, dulce y fuerte que es en la vida. «El guión le da la oportunidad de ser una persona completa, y tener ese viaje increíblemente especial y transformador». De hecho, contó que envió un correo electrónico asegurando de que si no quedaba, de igual forma se sentiría feliz que una persona con discapacidad pudiera ser reflejado de aquella forma.
Una experiencia transformadora
Cuando Kiera Allen se enteró de que sería Sarah Paulson quien interpretaría a su madre, se sintió muy emocionada. «Estaba terriblemente nerviosa e intimidada, pero ella me tranquilizó y creyó en mí».
A pesar de ser su primera experiencia en una película, la actriz contó que todo el equipo fue especial, entregando el apoyo que necesitaba en este proyecto de suspenso.
Fue tal su emoción, que Kiera Allen decidió aprender todo lo que pudo de esta experiencia. Corre fue filmada en 2018, lo que le permitió asistir a cada una de las grabaciones, incluyendo aquellas que no le correspondían.
Para aprender de Sarah Paulson, Kiera asistió a unas de las grabaciones donde la actriz debía filmar un colapso nervioso. “Así que me presenté y esperaba ver algún proceso, ver cómo lo hace y aprender de ella. Por ejemplo, ¿hace ejercicios para meterse en el personaje? Y lo que sucedió fue que llamaron ‘a la acción’ y ella simplemente lo hizo. Fue impresionante verlo».
Por ahora, Kiera Allen está enfocada en vivir el presente, y aprender de su primera experiencia en la industria del cine. «Porque a pesar de que ha sido un viaje de dos años, todo es un torbellino y ha sido una de las experiencias más increíbles de mi vida».