Kel Calderón se encuentra enfrentada con una clínica veterinaria, tras vivir una mala experiencia con su gato.
Y es que la abogada llevó a Lucifer para que fuera castrado. Sin embargo, se encontró con que subieron videos de su mascota sin su autorización.
La denuncia la realizó vía Instagram Stories.
‘Lo llevé a castrarlo y en la clínica lo empezaron a grabar para el Instagram del veterinario cuando estaba recién operado’, detalló la hija de Raquel Argandoña.
Y luego agregó que ‘el veterinario lo iba a molestar a su jaula en el post operatorio para hacerle publicidad a su clínica y a su propia cuenta por Instagram, contando que lo habían castrado y burlándose de él’.
Pero las cosas no terminaron allí, ya que de la propia clínica ubicada en Vitacura emitieron un comunicado en respuesta a las palabras de Kel.
Ver esta publicación en Instagram
A quienes siempre han confiado en nosotros ❤️
Una publicación compartida de veterinariaelsol (@veterinaria.elsol) el 4 Sep, 2019 a las 2:38 PDT
Revisa: El pacto de amor que tienen pendiente Raquel Argandoña y Kel Calderón
Además, la clínica no descarta tomar acciones legales por injurias contra Raquel Calderón, argumentando que esta funa fue el resultado de haberle cobrado y no hacerlo por canje.
Por su parte, Kel subió algunos de los videos compartidos por la veterinaria, poniendo en duda que se tratara de un tema de «educación a la sociedad».