Junto a su hija mayor, Fernanda Cornejo, la animadora conversó cómo es su relación con sus niñas.
Se acerca el día de la madre y como es costumbre, nos comenzamos a impregnar del espíritu en torno a la celebración de la reina de la casa. Por lo mismo Karen Doggenweiler fue entrevistada por La Cuarta, donde reveló la relación con sus hijas Fernanda Cornejo y Manuela Enríquez-Ominami.
“Tengo a la Fernandita de 23 y a la Manuelita de 14. Ser mamá en las dos etapas es distinto, pero las he disfrutado. Manuelita, que es una adolescente, y la Fernanda viviendo sola. Eso ha sido un remezón”, confesó la conductora de TVN.
Consultada por la salida de Fernanda desde su casa, Karen cuenta que lo ha vivido bien. «Me parece que es bueno emanciparse, en eso hay que imitar un poco a los gringos. En Chile está eso de estar hasta tan grandes con los papás, no me parece bien. Yo lo hice hasta que me casé, pero también creo que es bueno que los hijos tengan la capacidad de florecer», confesó la animadora.
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Siempre existe el mito que, con el tiempo las similitudes entre hijos/as y la madre afloran con los años, y Karen lo sabe también. Sus hijas, al igual que ella, «son súper optimitas, luchadoras, tienen eso de levantarse y me llena de orgullo haberles transmitido eso, porque creo que también lo heredé», comentó a La Cuarta.
Otro punto tocado por la animadora fue la crianza que le dio a sus hijas, en la que se notó su paso por la TV. «Cuando nació la Fernanda era póngale povidona yodada en el ombligo y cuando nació la Manuela era no, no le ponga yodo, todo diferente. Con la Fernanda fui más aprensiva, mamá primeriza, con la Manuelita más entregada, ella andaba de brazo en brazo», dijo Karen.
Tanto Fernanda como Karen coinciden en que la relación entre las tres es buena. Son amigas y se quieren mucho. «Hablamos mil veces al día, estamos siempre conectadas. Siento que no habría postergado la maternidad por ningún estelar ni matinal, encuentro que es lo más maravilloso que me ha pasado en la vida, me encanta mi vida profesional y ser mamá ha sido gratificante, es mágico ser mamá», expresa Doggenweiler.
Muchas veces, el comentario de la gente cuando ve a la animadora junto a sus hijas, es que «parece hermana» de ellas, y Karen cuenta su secreto, el que se basa en «tomar harta agua, me saco el maquillaje todos los días. Pero creo que tiene que ver con sentirse activa y con los consejos de Leila Loayza (su asesora) que me dice qué usar. También con aprender a sentirse segura con lo que uno es, con lo que uno representa, es sentirme conforme con mi crecimiento», confesó.