Hace cinco años vimos en el cine la última película de la exitosa saga cinematográfica de «Harry Potter» y hoy uno de sus protagonistas hace noticia por algo completamente ajeno a la actuación.
Rupert Grint, quien dio vida al colorín Ron Weasley, fue acusado de evasión de impuestos y condenado por la justicia británica a pagar una multa de cerca de 850 millones de pesos.
Y es que el actor cambió el período de su declaración de renta de 2009 y 2010, aconsejado por su consultora, para pagar menos impuestos. Esto porque en ese periodo participó del rodaje de las dos últimas entregas de la saga, por lo que recibió mucho dinero, y Reino Unido subió en un 10% sus impuestos para las grandes fortunas.
A pesar de que declaró no tener total conocimiento de sus cuentas bancarias y el pago de sus impuestos, pues eso estaba en manos de su padre y la consultora, la justicia falló en su contra.