Jumping fitness es una de las nuevas tendencias que se ha ido instalando con fuerza en los gimnasios de todo el mundo. Para su entrenamiento se necesita únicamente una cama elástica o trampolín hexagonal, con una barandilla de la cual ayudarse para poder ejercitar durante la clase.
La base de este deporte es combinar saltos rápidos y lentos, con variaciones de pasos aeróbicos tradicionales y sprints (de máximo esfuerzo).
Por lo mismo, su exigencia fortalece todo el cuerpo de manera mucho más eficaz que otros ejercicios de resistencia.
Se trata de una disciplina con amplios beneficios, entre los cuales destacan los siguientes:
- Al amortiguar el impacto es ideal para personas de cualquier edad, pues no lesiona las articulaciones.
- Al saltar se queman tres veces más calorías que al correr, llegando a quemar hasta 700 calorías en un entrenamiento de 60 minutos.
- Trabaja diversos músculos del cuerpo, especialmente los de las piernas y el abdomen, logrando activar 400 músculos a la vez.
- Combate la ansiedad y el estrés, debido a que el ejercicio se realiza en grupo y acompañado de música.
- Cada salto sobre el trampolín crea un círculo de flexión y relajación, que refuerza y tonifica los músculos de forma natural y eficaz.
- Contribuye a la resistencia cardiovascular, aumenta la densidad ósea, mejora la coordinación y previene la celulitis.