Cuando creíamos haberlo visto todo, este hombre llega para sorprendernos.
El cubo de Rubik es un rompecabezas tridimensional que tiene toda una fórmula para poder resolverlo, a veces, es tan difícil que ni con ambas manos podemos lograr que queden los mismos colores en una cara. Pero este joven, tomó el desafío de armarlo con nada menos que con la lengua. Te lo mostramos a continuación.