Muchos quisieran ser como sus artistas favoritos porque admiran su talento, su vocación o incluso, por qué no, su atractivo físico.
Eso mismo le pasó a un joven argentino llamado Fran Mariano, quien llevó su admiración por Ricky Martin a otro nivel. El joven, a lo largo de una década, logró cambiar su aspecto para ser como el cantante puertorriqueño: perdió más de 100 kilos y se operó 28 veces.
Así lo revelaron en el programa trasandino TN Show, donde Fran habló para contar sobre su presente. En 2011, el joven participó en «Cuestión de peso», cuando tenía 20 años. En aquel entonces pesaba 173 kilos y llegó a estar en 200 kilos, momento en que tomó conciencia de que tenía que hacer algo por su salud.
«Veía a gente de mi edad que hacía cosas, como besarse, y para mi era imposible. Vivía encerrado en mi casa. No tenía proyectos ni ganas de salir adelante. Era un chico que no sabía lo que era el mundo. Estaba vivo porque sí, no había nada que me impulsara. Me privé de muchas cosas», señaló sobre aquellos años.
La transformación
En «Cuestión de peso» hizo una transformación sorprendente bajando 92 kilo. Después de tres años de mantenimiento le hicieron la cirugía bariátrica. «Lo mejor que le pasó en la vida», expresó
Hoy, el joven trasandino ha pasado más de 28 veces por el quirófano para parecerse a Ricky Martin, ya que por mucho tiempo le dijeron que «tenía un aire».
«Cuando alguien quiere algo, el fin justifica los medios. He pasado días enteros sin comer, pero mi ácido hialurónico y el bótox nunca me faltaron. Vendí una propiedad que heredé y el dinero lo invertí en mi cuerpo. También tenía algunos ahorros. Además me sirvió haber estado en la TV, ya que algunos médicos me hacían descuentos», comentó.
Sobre sus operaciones, dijo: «Perdí la cuenta de todo lo que me hice. El mentón me lo operé tres veces, también me hice pómulos, la nariz cuatro veces, un lifting en el cuello, la liposucción en papada, tres liposucciones en el cuerpo, me puse implantes en los glúteos, me apliqué bótox y relleno en los labios».
La última vez que visitó una clínica fue hace menos de un mes, cuando «se hizo una cirugía de párpados». Por ahora, está más que conforme con su imagen. También confesó que cambió su mentalidad. «Modifiqué muchos hábitos. No como fritos, no tomo gaseosa ni como chocolates. Hay que hacer un trabajo interno y saber por qué queremos estar flacos y saludables. No hago dietas porque las odio, además hay algo que me dejó la obesidad: nunca digo que no cuando me ofrecen algo de comer», expresó.
Por último, Ibáñez indicó que trabaja en una empresa de comunicación, atendiendo gente y encargándose de las redes sociales, aunque también tiene sus planes personales para el próximo año. “Soy coach ontológico y en el 2021 empiezo la especialización en neurociencias, ya que quiero dedicarme a ayudar a que los demás sean más felices”, finalizó.