Nahir Galarza, una joven argentina de 19 años de edad, cambió para siempre el destino de su vida cuando el pasado 29 de diciembre disparó a Fernando Pastorizzo, de 20 años de edad y en ese entonces, pareja de la acusada.
El episodio ocurrió en Gualeguaychú, una ciudad cercana a la frontera de Uruguay, y aunque habían muchos mitos y dudas sobre lo ocurrido aquella noche, finalmente la justicia argentina dictaminó su veredicto: Nahir es culpable y ha sido condenada a cadena perpetua por el crimen que cometió contra su novio.
La defensa de la joven aseguraba que Galarza era víctima de violencia de género por parte de Pastorizzo y que los disparos se habrían efectuado de manera involuntaria. No obstante, el diario argentino el Clarín informó que los jueces descartaron esa hipótesis.
Finalmente el delito fue tipificado como «homicidio calificado por una relación de pareja», desestimando el atenuante de violencia de género, lo que le significará a Nahir pasar el resto de sus días en la cárcel.