El pasado lunes, los panelistas del matinal Mucho Gusto conversaron acerca de la importancia que tienen los amigos. En ese contexto, José Miguel Viñuela aprovechó para revelar algo que muy pocos conocíamos sobre Joaquín Méndez.
Primero, Viñuela señaló que cree que las personas que en esta vida son cercanas a uno, es porque también tuvieron una relación fuerte en vidas pasadas. «A propósito de eso yo quiero decir que la semana pasada, cuando vino todo lo de la Javi (Suárez), yo estaba súper triste, muy mal. Joaquín tuvo la capacidad de decirme ‘oye, por favor date un espacio después del programa'», contó el animador.
Lee también: Thalía reveló la historia detrás del viral «Me oyen, me escuchan»
Según su relato, se reunieron en una pequeña sala del canal. «Me acuesta en una cama… esto es cómico, pero es profundo (…). Él apagó las luces y me hizo reiki. Yo estaba muy hinchado porque sufro de colon irritable, y en un minuto sentí como si el estómago se me empezara a bajar a tal punto que hiciera un hoyo en la camilla», detalló.
Cuando despertó, dijo que energéticamente sintió un gran cambio. «Desde ese día empecé a llorar mucho menos. Me sentí mejor. Tuve la capacidad de hablar en la misa, que yo pensé que no lo iba a poder hacer. Lo hice tranquilo, y se lo debo en gran parte a Joaquín», siguió relatando José Miguel Viñuela.
Por su parte, Joaquín Méndez aprovechó de explicar que el reiki se trata de trabajar con la energía del universo, y que él funciona como un canal. El trasandino agregó que su hermana es quien sabe más del tema y lo ha ido guiando para que así pueda ayudar a otras personas.
Luego, Karla Constant también reveló que en una oportunidad Joaquín la ayudó, aliviandole a través de esta técnica un fuerte dolor de cabeza. «Creo que tu energía es tan bonita, que es como mágico. Encuentro súper loco que la mayor parte del tiempo vemos un Joaquín, y este otro Joaquín», dijo.
Y agregó: «tal vez te da vergüenza que te lo diga, cuando conectamos contigo en lo espiritual, es algo muy especial para todos nosotros».
