Ya han pasado siete meses desde que Jennifer Garner y Ben Affleck se divorciaron. Mientras que él no ha dicho absolutamente nada, ella se desahogo en la edición de Marzo de la revista «Vanity Fair».
Desde que se conocieron en el set de Daredevil, ella conoció su lado más íntimo y dijo « “No me casé con la gran estrella de cine, me casé con él. Y volvería el tiempo atrás y tomaría la misma decisión. Corrí por la colina con él y lo haría de nuevo. No podría tener estos tres bebés y todo lo que hicimos. Es el amor de mi vida. ¿Qué voy a hacer al respecto? Es la persona más brillante en cualquier lugar, el más carismático, el más generoso”.
A pesar de las lindas palabras sobre la personalidad de Affleck, también reconoció que era «un tipo complicado» y que puede llegar a ser muy frío.
También habló sobre la supuesta infidelidad que había tenido su ex esposo, con su nana. «Déjame decirte algo. Nos habíamos separado hace meses antes de que siquiera yo me enterase de lo de la nana. Ella no tuvo nada que ver con nuestra decisión de divorciarnos. No fue parte de la ecuación ¿Mal juicio? Sí. No es bueno para tus hijos que una nana desaparezca de sus vidas», comentó.
Ella termina dando un gran consejo a la gente que está fuera de su relación y aclara que «Nadie tiene que odiarlo por mí. Yo no lo odio. De todas maneras no hay que sepultarlo. No te preocupes – mis ojos estaban bien abiertos durante nuestro matrimonio. Me estoy cuidando muy bien» y agregó » Todavía tenemos que ayudarnos a atravesar esto. Todavía sigue siendo la única persona que sabe la verdad de las cosas. Y yo todavía soy la única persona que sabe algunas de sus verdades”.
Parece que la actriz tiene su cabeza y corazón, en paz.