Javiera Suárez fue ayer la invitada especial a la Premiación de los Sueños 2016 de los pacientes oncológicos que se tratan en el Instituto Nacional del Cáncer, actividad donde realizó un emotivo discurso que no dejó indiferente a nadie.
«¿Se puede ser feliz con cáncer? yo creo que sí. Hace siete meses diagnosticaron un cáncer grado 4. Un melanoma. Un cáncer a la piel presente en una pechuga, en los huesos, en el hígado y en el pulmón… la verdad es que el cáncer te pone en dos escenarios: te puedes echar a morir, que es lo que el cáncer busca; o dar vuelta la tortilla. Hacer que valga la pena», expresó.
La periodista, que fue acompañada por su marido, el cirujano plástico Cristián Arriagada, continuó: «Alrededor de toda esta enfermedad me han ocurrido muchísimas cosas buenas. soy una mejor persona, sin duda. Soy una agradecida de la vida. No doy ni un día de mi vida por garantizado. Todos nos vamos a morir. Sea de cáncer, sea atropellados, de lo que sea. Y caemos en ese error: dar la vida por garantizada. Nos despertamos pensando ay, qué calor y debiéramos agradecer y decir pucha, qué bueno que no me he muerto todavía«.
Javiera también reconoció que tras esta enfermedad «mi matrimonio está muchísimo más fuerte. Nació pedrito Milagros que es la mayor energía para seguir adelante… mi invitación es a ser un agradecido de la vida… a acercarse a dios también. A saber que con cáncer la vida no se acaba. hoy hay tratamientos. no hay que ponerse a pensar qué rabia, qué injusto, si yo soy una buena persona. la vida es así: con altos y bajos».
En la ceremonia, Javiera recibió un diploma, una medalla y un ramo de flores en reconocimiento a cómo ha enfrentado esta enfermedad. «Es un reconocimiento que no esperaba, pero qué rico que me hayan reconocido cómo llevo esta carrera, porque no quiero hablar de lucha», manifestó.
¡Qué lindas palabras!