¿Te has preguntado alguna vez por qué es importante enseñarles a los niños a reírse de sí mismos?
Según un estudio publicado en el diario español El País, «un niño que sabe asumir un broma, que comprende el sentido literal y figurado de las cosas, suele ser más seguro de sí mismo y también más asertivo y valiente». Así lo señala Rosario Ortega Ruiz, catedrática de Psicología en la Universidad de Córdoba.
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Y es que esa facultad para tomarse las cosas con humor no sólo lo preparará para llevar una vida adulta plena, satisfactoria y más feliz, sino que también le servirá como una especie de capa protectora frente a situaciones complicadas de la vida escolar, asegura la experta.
Pero, ¿cómo lograrlo? Distintos psicólogos concuerdan en hacerlo jugando, es decir, en un entorno lúdico. ¡Así de simple! Y es que «el juego es el modo de aprendizaje más natural y una magnífica forma de motivar la curiosidad, la creatividad y el coraje». Y ahí entra el rol de los padre que es jugar con los niños y si se equivocan, reírse de sí mismos para ayudar a que el menor acepte sus errores y aprenda con más humor.
¿De qué forma compartes con tus niños?