El pasado fin de semana Charlotte Casiraghi, la hija de la princesa Carolina de Mónaco, celebró su matrimonio religioso con el productor de cine, Dimitri Rassam.
Para la ocasión, la novia regresó a La Provence, un lugar especial para su familia. Fue ahí donde su madre se refugió cuando su esposo Stefano Casiraghi falleció y a la vez, Charlotte pasó parte importante de su infancia.
Tal vez por lo mismo la hija de Carolina de Mónaco decidió regresar a la localidad para su unión por la iglesia, pues cuatro semanas antes había celebrado su matrimonio por el civil en Mónaco.
Ahora los novios llegaron hasta la abadía Sainte-Marie de Pierredon para celebrar su unión en una íntima ceremonia con sus más cercanos. En ese contexto, un detalle llamó la atención de la prensa internacional: el vestido de novia de Charlotte.
Y es que según plantean medios como «Hola», la joven habría querido homenajear a su madre con su atuendo para el Gran día. Esto debido a la similitud de su vestido con el que utilizó Carolina de Mónaco en su matrimonio con Philippe Junot en 1973.
Charlotte se lució con un diseño boho confeccionado por su amigo Giambattista Valli. Además complementó su look con un velo y un simple ramo de espigas y lavandas.