Los hombres jóvenes heterosexuales prefieren apoyarse en un amigo, antes que en su propia novia, a la hora de compartir problemas y superar dificultades, pues en la relación con su pareja se sienten más criticados.
Así lo reveló un estudio multidisciplinario, publicado en la revista estadounidense «Hombres y masculinidades», que compara el romance de un hombre con su novia y la relación con un buen amigo, a la que se refiere como “bromance”; mezcla entre las palabras “brotherhood” (hermandad) y “romance”.
El estudio destaca que esta relación de amistad ofrece la posibilidad de compartir información y emociones, muchas veces superior a la que se establece en un noviazgo.
No obstante, hace hincapié en que esta profunda relación de amistad entre dos hombres no supone necesariamente una relación sexual ni de enamoramiento.
Los entrevistados, estudiantes de carreras especializadas en deportes de distintas universidades, definieron a estas amistades sólidas como “hermandad”, lo que les permite discutir plenamente y con total confianza asuntos como sus problemas de salud o sus deseos sexuales. Al contrario de lo que ocurre con sus familias o novias.
“Para aquellos que luchan contra síntomas depresivos o ansiedades sociales, los ‘bromances’ pueden ofrecer un camino para avanzar y un estrategia para afrontarlos”, indica el estudio.