En los últimos días se ha hablado muchísimo sobre el caso de Mariana Reese Sifrit, una bebé de 18 días y que lamentablemente falleció a causa de una meningitis viral por el virus HSV-1.
«Nuestra princesa Mariana Reese Sifrit ganó sus alas de ángel a las 8:41 am esta mañana en los brazos de su papá y al lado de su mamá», escribió Nicole Sifrit en su página de Facebook. «Ella ya no está sufriendo y está con el Señor», agregó.
Una semana después del nacimiento de Mariana, el 1 de julio, sus felices padres se casaron. Dos horas después de la ceremonia, los recién casados notaron que su recién nacida no estaba comiendo y no se despertaba, le dijeron a WHO.
«Durante dos horas, la niña dejó de respirar y todos sus órganos comenzaron a fallar», contó la madre Nicole Sifrit en una entrevista para CNN. Los primeros síntomas de la meningitis viral pueden incluir fiebre, sensibilidad a la luz, dolor de cabeza y cuello rígido, según Johns Hopkins Medicine.
La pareja terminó la celebración del matrimonio y llevó a Mariana al Blank Children’s Hospital en la ciudad de Des Moines, donde les dijeron que había contraído meningitis HSV-1.
¿Qué es este virus?
Su historia ha dado la vuelta al mundo puesto que según han asegurado los expertos médicos, Mariana desarrolló el el virus HSV-1, el mismo que causa herpes labial y rara vez conduce a una meningitis viral, que hace que el tejido que cubre el cerebro y la médula espinal se inflame, de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Este se contagió a través de un beso y, tras los estudios, sus padres resultaron negativos a las pruebas del virus, por lo que alguien más tuvo que haber contagiado a la pequeña.
Debido al caso de Mariana, los expertos se han referido al tema y han asegurado que «los dos primeros meses de un bebé son críticos, dado que un virus puede propagarse rápidamente y causar serias enfermedades en los recién nacidos». De ahí que se advierta a los padres que deben ser particularmente cuidadosos durante los primeros meses de vida.
Asimismo, Nicole la madre de esta bebé, comenzó una campaña de concientización para advertir el peligro de exponer a los recién nacidos al contacto con otras personas.
La menor sólo tenía 18 días cuando murió y pasó la última semana en el Hospital Infantil de la Universidad de Iowa.