Messy es un perro que vive con su dueña en Oranit Kittragul, Tailandia, y que se ha hecho conocido por el gran amor que tiene con Audi, su amigo que vive cruzando la calle.
Todo el día están ladrándose y jugando a distancia. Sin embargo, como los dos están encerrados en sus respectivas casas, no siempre pueden jugar como quisieran.
Pero cada vez que lo sacan, Audi corre a la casa de su amigo y se para en dos patas para poder abrazarlo sobre el portón.
La dueña de Messy sabe de la conexión de los dos animales y que el amor que sienten es tan profundo que Audi es capaz de alegrarle el día a su perro con solo abrazarlo.
«Él siempre corre hasta mi perro y lo abraza. Cuando se siente solo y llora, le pregunto si quiere hablar con su amigo. Cuando está, afuera no sé si se comunican pero deja de llorar».
¡Un amor tan profundo que ni los muros pueden separarlos!