Esta época del año puede ser un momento difícil para las familias, especialmente cuando se produce una separación o divorcio y sobre todo cuando hay niños.
La separación es en sí misma una de las situaciones más estresantes que puede vivir una persona. Imagina cuánto puede afectar a un niño. ¡Y en estas fechas aún más!
Aunque indudablemente habrá un proceso de adaptación que requerirá tiempo, hay otro factor muy importante que influirá y es el cómo manejan los padres esta nueva etapa. Los padres están inmersos en una situación generalmente de conflicto y hay emociones hacia el otro cónyuge que pueden llegar a ser muy intensas y negativas.
Sin embargo, los especialistas señalan que es muy importante que no conviertas el conflicto conyugal en un conflicto parental.
¿Qué opinas sobre el tema?