Hoy en día es cada vez más común escuchar hablar sobre el Síndrome de déficit atencional con hiperactividad o Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Pero, ¿en qué consiste?
Según el psicólogo Sebastián Rojas, del King’s College de Londres, este diagnóstico se ha duplicado en nuestro país. «Entre 2009 y 2013, los casos de TDAH cubiertos por el sistema de salud público pasaron de 27.659 en 2009 a 52.895 en 2013, siendo el grupo etario más afectado el que va entre los 10 y los 14 años. Eso no es todo, porque además el 9% de los niños en nuestro país consume Ritalin, el fármaco más usado para tratar el Trastorno por déficit de atención con hiperactividad», explicó en una entrevista a La Tercera.
A su vez, Tatiana Díaz, educadora diferencial y doctora en Ciencias de la Educación, enfatizó en que «no existe un consenso respecto a si el TDAH se trata de un daño neurológico o si es una cuestión meramente de comportamiento, que tiene que ver con las características de desarrollo del menor, según su estilo de vida y crianza». Al respecto, la profesora asegura que el diagnóstico «debiese considerar no solamente una cuestión orgánica y biológica, sino que también la arista contextual, a nivel familiar y educativa».
¿Qué pasa con los fármacos para tratar este trastorno? Tatiana Díaz, asegura «que el 1% de los casos que me ha tocado ver, se resuelven con ayuda de medicamentos, que por otra parte, no es lo único que debería recibir el menor». Frente a su consumo, indica que «cuando se pierde el efecto del medicamento, los estudiantes se vuelven aletargados y muchas veces se duermen en clases. Los fármacos pueden mejorar la inquietud motora, pero no necesariamente mejoran la capacidad de concentración».
La profesional también advierte que existe «un problema global, primero en las políticas públicas, por ejemplo en el caso del financiamiento, que se da sólo si un médico lo receta y por otra parte, desde el punto de vista educativo, los profesores no están capacitados para tratar a niños que presentan un tipo de necesidad educativa especial».
¿Qué opinas tú?