‘Hara Hachi Bu’, el método japonés para reducir calorías sin pasar hambre. Dieta que siguen las personas más longevas del mundo.
Este es uno de esos mantras orientaless que son, verdaderamente, la clave de su longevidad.
Cada vez somos más conscientes de que el envejecimiento y la dieta están estrechamente ligados y que una alimentación saludable es la clave de una buena salud.
Varios estudios afirman que la genética solo influiría un 20% y que el alto porcentaje restante está relacionado con nuestro estilo de vida, con todo lo que nos llevamos a la boca y el deporte que realizamos.
Tal vez por eso Okinawa, un archipiélago del sur de Japón, es en donde habitan el mayor número de personas centenarias. Y la clave podría estar en esas tres palabras: Hara Hachi Bu o lo que es lo mismo, comer menos para vivir más.
Este ritual japonés considera que no es necesario que nos llenemos del todo en cada comida, sino que es mejor parar cuando notemos que estamos casi llenos, en una escala que ellos clasifican de 8 sobre 10.
“Es en realidad una muy buena estrategia para evitar la obesidad, sin pasar hambre porque los receptores de estiramiento del estómago tardan unos 20 minutos en decirle al cuerpo lo lleno que realmente está. Es entonces, cuando transcurran esos minutos, cuando te sentirás realmente lleno», explica The Okinawa Centenarian Study en su página web.
Otros estudios
Además, un estudio publicado en la revista Cell Metabolic, asegura que si las poblaciones occidentales redujéramos un 15% la ingesta de calorías, no solo no nos sentiríamos hambrientos, sino que tendría infinidad de beneficios para nuestra salud, entre los que destacan algunas enfermedades que, comúnmente se asocian al envejecimiento como el Alzheimer o el párkinson.
Pero todas estas dietas no solo tienen en común esa reducción de calorías. Según explica Valter Longo, un científico italiano que escribió el libro La dieta de la longevidad, la clave de todas estas poblaciones también está en el tipo de alimentación que siguen y que podrías adoptar desde ya mismo.
1. Consume pescado dos o tres veces por semana.
El pescado suele ser una de las fuentes principales de nutrientes de estas regiones y uno de los alimentos que los nutricionistas recomiendan consumir, por su alto contenido en ácidos grasos omega 3.
Eso sí, acompáñalos siempre de verduras y cocínalos a la plancha o al horno.
2. Reduce al mínimo la ingesta de grasas animales y azúcares
Ya sabías que no son buenos para tu salud y, como no podía ser de otra manera, los habitantes de estas zonas los han descartado de su dieta. Es mejor que los sustituyas por alimentos saludables y de origen vegetal.
3. Nunca te olvides de las proteínas
Gracias a ellas evitarás la pérdida de músculo y ganarás energía para tu cuerpo. En lugar de extraerlas de la carne -que también, aunque solo de vez en cuando-, lo mejor es que conviertas las legumbres en tu fuente principal de este tipo de nutrientes.
4. Incorpora frutos secos en tu dieta
Almendras, avellanas, pistachos, nueces… Los frutos secos tienen un alto contenido en fibra por lo que te ayudarán a controlar la sensación de hambre.
Además, son buenas fuentes de ácidos grasos Omega 3, proteínas, vitamina E y selenio.
5. Verduras siempre
Harvard recomienda que compongan la mitad de todas tus comidas, algo que también hacen las personas más longevas del mundo.
Elige hortalizas variadas para aprovechar al máximo sus vitaminas y que tu dieta no resulte aburrida.
6. Come despacio
Recuerda que uno de los éxitos de este tipo de alimentación, es que son capaces de dejar de comer antes de llenarse por completo, algo que solo notarás si masticas con cuidado, comes despacio y prestas atención a lo que estás haciendo. Así que ya sabes, evita todas las distracciones durante tu hora de la comida.
Fuente: Revista Hola!