Se sabe que hacer ejercicio es uno de los hábitos más beneficiosos para la salud y se recomienda que se convierta en una entretenida rutina en el diario vivir.
Pero, ¿eres de las personas que aún teniendo un resfrío ejercitas igual? Esto puede ser perjudicial para tu estado de salud dependiendo de cuán fuerte sea tu enfermedad.
Lo que determina si puedes o no hacer ejercicio es la fiebre. Así lo menciona Lewis G. Maharam, médico neoyorquino experto en patologías deportivas, quien recomienda evitar el ejercicio si se tiene la temperatura muy elevada.
“El peligro es que puedes aumentar tu temperatura corporal si ejercitas y ya tienes fiebre, porque eso puede hacer que te enfermes aún más”, explica al portal sobre salud WebMd quien además menciona que cuando se tiene desde 38° de fiebre, no realizar ejercicio.
Ahora, si es un resfriado leve y no se siente tan débil, podría hacer ejercicio, pero sólo si se cree capaz de ello.
Esto lo confirma David Nieman, académico de la Universidad Estatal de Appalachian (Estados Unidos), quien dice en la revista Time que “si tus síntomas se presentan del cuello hacia arriba, como congestión nasal y dolor de garganta, el ejercicio no te ayudará a mejorarte pero tampoco te hará daño”.