El 37% de las mujeres sufre al menos un episodio de cistitis en su vida. Las relaciones sexuales, los hábitos de higiene y la alimentación influyen de manera decisiva en el desarrollo de esta incómoda infección que, una vez aparece, suele volver a manifestarse.
La cistitis es una infección urinaria causada por bacterias que se adhieren a las paredes de la parte inferior del tracto urinario. El diámetro de la uretra femenina es mucho menor que el de los hombres, lo que facilita el paso de los gérmenes al tracto urinario.
¿Cuáles son las principales causas? Alteración de la flora vaginal o uretral por uso de anticonceptivos, tanto de barrera como orales, estreñimiento crónico, mal uso de antibióticos, falta de higiene, falta de hidratación, uso de tampones y práctica de relaciones sexuales, entre otras. De todas estas causas, la última es la que los expertos señalan como la principal responsable de la mayoría de los casos de cistitis, concretamente del 80%.
10 claves para combatirla
- Beber 1.5 litros de agua al día. Los líquidos son buenos aliados a la hora de arrastrar las bacterias adheridas al tracto urinario.
- Evitar excitantes como el alcohol, la cafeína, el tabaco y, en general, todas las bebidas carbonatadas.
- Orinar cada 2 o 3 horas. La razón es que las bacterias tienden a proliferar cuando la orina permanece en la vejiga. Además, el acto de expulsar la orina limpia el tracto urinario. Por eso los expertos recomiendan ir al baño antes y después de mantener relaciones sexuales, que incrementan el riesgo de infección hasta 40 veces.
- Lavarse y secarse siempre de adelante hacia atrás. El 80% de las bacterias que provocan infecciones urinarias provienen de las heces. Por eso, mantener este patrón de limpieza dificulta la contaminación.
- Utilizar ropa interior de algodón. Las prendas de tejidos naturales favorecen la transpiración y evitan la humedad; nido de cultivo de bacterias.
- Evitar prendas ajustadas. Ya que pueden provocar un aumento de la temperatura y la humedad de la zona y, con ello, favorecer así las infecciones.
- Reconsiderar el uso del diafragma. Su implantación está asociado a mayor frecuencia de infección, ya que ejercen una presión sobre la uretra y dificultan el vaciado de la vejiga. Lo mismo ocurre con los tampones si las infecciones urinarias suelen aparecer en el periodo premenstrual.
- Evitar el uso de protectores a diario. Ello, pues limitan la transpiración de la piel y favorecen la humedad en la zona.
- Vigilar la dieta. Los expertos recomiendan incrementar la ingesta de frutas y verduras (como las espinacas o acelgas) que tienen un alto contenido en agua. También aconsejan consumir alimentos ricos en fibra, ya que ayudan a regular el tránsito intestinal.
- Consumir extracto de arándanos rojos a diario. Según un estudio publicado en la revista «Critical review in food science and nutrition», este fruto evita que las bacterias se fijen a las paredes de las vías urinarias y, por lo tanto, ayuda a prevenir las infecciones.