Joyce Castiblanco y el futbolista Paulo Garcés pasaron un gran susto en las horas previas al Año nuevo.
Así lo relató ella misma en su cuenta de Instagram, donde contó los detalles del incidente que vivió su pequeño hijo Benjamín.
Todo comenzó el viernes cerca de las 22:00 horas, cuando el menor le avisó que algo le había picado en el pie, pero no presentaba síntomas ni ninguna reacción alérgica por lo que le suministraron un antialérgico.
«Hoy les puedo decir feliz Año nuevo!!! Con mi corazón feliz! No tenemos fotito de la cena, ni de una fiesta, ni todos impecablemente vestidos», comenzó su relato.
Y siguió: «Con mi marido nos dieron las 12 en el auto buscando una farmacia de turno, él sin polera pues con ella tapó a Benjita que dormía atrás en su silla de regreso de la clínica. Ambos cansados y preocupados nos miramos y sonreímos».
Luego detalló que «el 30 de diciembre alrededor de las 22 horas, Benjita corría con sus zapatitos de siempre por el patio, me dice muy tranquilo ‘me picó algo’. No mostró dolor, ni nada, miramos su empeine no tenía nada que hiciera suponer algo grave (en su caso la última reacción fue la picadura de dos abejas, en donde hubo llanto y la reacción fue inmediata)».
Sin embargo, «en la tarde su pie estaba inflamado, levemente pero por mi experiencia anterior me di cuenta que había reaccionado a la picadura. Le dimos una dosis de antialérgico pensando que eso aliviaría y calmaría» pero «esto cada vez fue en aumento y no sería posible controlarlo en casa».
Ante la situación, Joyce siguió explicando: «Lo llevamos a la clínica, en donde se le hizo exámenes para descartar infección y se le administraron medicamentos vía venosa. Estaba asustando y sintió dolor, yo le tomaba su carita y mi corazón se partía (…) Solo queríamos que pasara esto, que su pie no siguiera inflamándose, luego de esperar el resultado del examen que fue favorable. Gracias a Dios regresamos a casa ya casi a las 1:30am en casa. Toda la familia de mi marido y unos amigos nos esperaban, cuidé a Benjamín toda la noche mientras no sanara no podía celebrar».
Y finalizó su relato explicando que ayer «regresamos a la clínica pues a pesar de todo seguía aumentando, nuevamente exámenes y cambio en un medicamento, con profunda fe pedimos por nuestro hijo ya que la inflamación no cedía, hoy (2 enero) su pie está prácticamente desinflamado, estamos en casa aliviados gracias a Dios».