Ana María Cummins, la recordada modelo que brilló en la televisión chilena durante los años 80, reapareció para ofrecer una entrevista a pocas semanas del primer aniversario de la muerte de Sebastián, su hijo con parálisis cerebral.
La exmodelo brindó una emotiva entrevista a la Revista Ya de El Mercurio, donde compartió detalles de su presente, cómo ha vivido el duelo por la partida de su hijo, y rememoró el trágico accidente que cambió la vida de Sebastián cuando tenía apenas dos años. Además, reflexionó sobre el futuro, un futuro que deberá enfrentar sin la compañía de su hijo.
Sebastián Esbir Cummins, su hijo con el cantante Miguelo, sufrió una caída en la piscina cuando tenía dos años.
«Hace unos días estaba muy angustiada. Siempre dicen que el duelo dura un año y este 24 de febrero se cumple un año de la muerte de mi hijo, y mi duelo no tiene fecha de inicio y de término. Sé que Sebastián no quiere que llore por él, que sufra o me angustie, pero no es él quien decide. Yo soy su madre y es lo que tengo que vivir», expresó en diálogo con Revista Ya.
El segundo gran golpe en la vida de Ana María Cummins ocurrió en 2019, cuando su hijo fue diagnosticado con leucemia mieloide.
«Ese fue un antes y un después para todos, yo lo encontré tan injusto. No lo podía entender. Me decia: ‘Él poco tiene en vida, no puede caminar, no puede comer solo, no puede hablar ¿Por qué a él le viene además leucemia?«. Luego llegó la pandemia, pero su deseo de vivir era tan grande que tomaron todas las medidas necesarias para protegerlo del COVID-19, evitando que fuera expuesto al virus.
Durante este proceso, Ana María Cummins vio a su hijo sufrir intensamente debido al dolor y expresó que el diagnóstico y el avance de la leucemia fueron mucho más devastadores que lo que vivió después del accidente en la piscina.
Sebastián Esbir Cummins
En febrero de 2024 se conoció el fallecimiento de Sebastián, hijo de Ana María Cummins y el cantante Miguelo. Aunque en aquel entonces no se conocieron detalles detrás de su muerte, la exmodelo relató cómo vivió ella y su familia la dolorosa partida de su hijo.
Ana María expresó que, días antes de la muerte de su hijo, ella se fue de viaje al sur de Chile luego de ser convencida por sus hijos. En primera instancia fue un gran dilema, ya que no quería abandonar a Sebastián. Sin embargo él quedó a cargo de una cuidadora que lo acompañó por años y de sus hermanos.
«El día de mi cumpleaños nos fuimos a hacer trekking. En esa zona, el celular no te agarra en ninguna parte, y en un momento tuve una sensación extraña», expresó.
Tras este presentimiento, llamó a Sandra, cuidadora de Sebastián, quien le manifestó que estaba con mucha fiebre. «Estuvo internado una semana. Sebastián no estaba bien en la clínica y veía que los doctores no daban pie con bola con él. Un día les dije a los médicos: ‘Me lo llevó a la casa'». Si bien en su casa notó que su hijo estaba tranquilo, su estado de salud no mejoró.
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Días más tarde, Sebastián fue trasladado a la clínica por su hermano Nicolás ya que su estado de salud decayó considerablemente. «Cuando llegué a la sala de resucitación, detrás de una cortina estaba Sebastián. Entré a la sala y mientras estaban resucitándolo, le tomé una mano y le dije que estaba ahí y miraba el monitor, pero no aguanté y salí. Me encontré con Nicolás y con mi otro hijo Miguel y les dije: ‘Se acabó», concluyó.
Ana María Cummins sabe debe seguir adelante, pero aún le cuesta aceptar su ausencia y continúa hablándole en su mente. Reconoce que el duelo de una madre cuidadora es uno de los más difíciles y siente que merece tiempo para recordar a su hijo. Al mismo tiempo reflexionó sobre cómo la felicidad y la tristeza están entrelazadas, ya que vivió tanto momentos de sufrimiento como de gran alegría con Sebastián. Y a pesar de sentirse más vieja al ver a mujeres de su edad, también se siente poderosa, como si la experiencia de la vida y el dolor la hubiera fortalecido.
