El organizador del evento responde a las críticas tras la muerte de Claudio Agurto, competidor que falleció en la corrida, por la ausencia de desfibrilador en la primera ambulancia.
Tras trece ediciones de la Maratón de Santiago, el domingo se produjo la primera muerte. Claudio Agurto, corredor en la competencia de 21 kilómetros, falleció tras sufrir un paro cardiorrespiratorio en plena comuna de Providencia. El hecho provocó conmoción entre quienes participaban del evento, como entre los seguidores de la competencia.
Por lo mismo, Francisco Riquelme, director del Maratón de Santiago, comentó que «jamás habíamos tenido un fallecido. Vamos a mejorar nuestros protocolos porque no queremos que vuelva a ocurrir algo así. Es tremendo, realmente devastador», aseguró a Las Ultimas Noticias.
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Dentro de los elementos con los que contaba el evento, estaba 89 personas y 23 vehículos de apoyo entre ambulancias, motos y bicicletas. Sin embargo, dentro de estos días, las críticas han apuntado a la ambulancia que atendió a Agurto, la que no contaba con desfibrilador. «Las ambulancias básicas no tienen desfibrilador porque son las que se mueven más lento y cuesta que lleguen a los puntos», comentó Riquelme.
«Los desfibriladores van exclusivamente en moto y bicicleta. Recibimos el llamado de emergencia a las 11:39, a las 11:45 llegó la ambulancia y a las 11:50 llegó la moto con el desfibrilador. Se aplicaron todos los protocolos«, se defiende el organizador del evento.
«Claudio venía muy rezagado, casi al cierre de la carrera y los esfuerzos estaban concentrados en los puntos más álgidos. En este caso llegó primero la ambulancia, ya que los corredores iban en su mayoría desde el puente del Arzobispo hacia abajo«, explicó Francisco Riquelme.
Consultado por la posibilidad de pedir un certificado que compatibilice la competencia con la salud de los corredores, el organizador pide que se analice con objetividad. «Seamos realistas, si nosotros pedimos un certificado médico, el 90% sería falso. Es una medida que no va a mitigar nada. Apelamos al autocuidado de las personas», se defiende.
«Una persona que corre 21 o 42 kilómetros tiene que realizar meses de entrenamiento, cuidar la alimentación y evidentemente hacerse un chequeo médico. Nosotros no podemos hacernos cargo de eso«, finaliza Riquelme.