Los niños con dificultades en el aprendizaje necesitan de un adulto que entienda una palabra o que intenta explicar un término y saber realmente el significado.
La sicóloga Helymar Márquez, de la Universidad de Boston, explicó que para motivar el estudio en los niños: “Es necesario crear un ambiente acogedor que los invite a querer conocer. Por ejemplo estudiar siempre a la misma hora y mismo sitio para que el cerebro del pequeño se acomode más rápido a la actividad que va a realiza».
Asimismo es importante que el niño esté sin hambre, descansado, ya que esto afecta la disposición al conocimiento”, indicó el especialista.
Los padres son fundamentales dentro del aprendizaje. De ellos depende crear el hábito de estudio y que sus hijos se adapten a este sin inconvenientes, la experta indicó: “Es importante asumir una actitud de paciencia, creatividad y entusiasmo por parte de los padres, ya que los hijos percibirán que el estudio puede brindarles no sólo conocimientos sino un momento especial con sus hijos para afianzar sus vínculos y llenando los recuerdos infantiles de experiencias agradables para los pequeños”, afirmó la experta.
Un hábito de estudio tiene que ser planificado, ya que es una buena técnica para que los niños puedan disfrutar el momento de hacer sus tareas sin que los padres lleguen a los castigos y la presión.
También es esencial que tengan paciencia y entusiasmo, ya que los hijos perciben los estados anímicos de su entorno, de esta forma se logra un ambiente agradable y así el niño pueda concentraste, afirma.