La marca de productos infantiles Fisher Price dio cuenta de una grave situación este viernes tras solicitar a sus clientes la devolución de una mecedora automática llamada «Rock ‘n Play».
Según la asociación que protege al consumidor, Consumers Report, 32 bebés habrían muerto tras utilizar la cuna que columpia a los infantes.
“Los consumidores deben dejar de usar inmediatamente el producto y contactar con Fisher-Price para la devolución”, señaló la Comisión para la Seguridad de los Productos de Consumo (CPSC) de Estados Unidos sobre el producto, mientras que la marca ya ha retirado 4,7 millones de ejemplares.
Según la comisión los bebés habrían muerto porque los padres no respetaron las instrucciones de seguridad del producto al no atar a los niños, cayendo estos de las sillas.
No obstante, Consumers Reports señala que la responsabilidad es de Fisher Price y no de los padres, pues la cuna no se adapta a las exigencias pediátricas que requiere un bebé a la hora de dormir: «los bebés deben acostarse boca arriba, sobre un colchón firme y plano, sin ropa de cama blanda”.
Cabe señalar que no se trata de un producto nuevo, pues las cunas mecedoras fueron lanzadas al mercado hace una década en diversos lugares del mundo.