Al perecer investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania, en Estados Unidos, creen haber encontrado el método que utilizaron los pascuenses para transportar los sombreros de los moais.
«Muchos han presentado sus ideas, pero somos los primeros que presentan una explicación basada en evidencias arqueológicas», señaló Sean Hixon, autor principal del nuevo estudio publicado en la revista Journal of Archaeological Science.
Los sombreros
La roca de los sombreros es escoria roja y proviene de una cantera diferente a la roca de las estatuas, que es toba volcánica.
Los moais pueden llegar a pesar hasta cerca de 80 toneladas y medir hasta 10 metros, la altura de un edificio de tres pisos.
En algunos aún pueden verse los grandes sombreros que dejan en evidencia «la osadía y las extraordinarias habilidades en ingeniería de los rapanui prehistóricos», según Hixon.
¿Cómo los transportaron?
La explicación sugerida por Hixon es que los rapanui movieron los sombreros por separado, tallando cilindros de escoria roja que hicieron rodar hasta las estatuas.
Al pie de los moai los escultores habrían dado el toque final a los pukao, que son ligeramente más angostos en la parte superior.
Y en cuanto a subirlos sobre las estatuas, Hixon cree que «la mejor explicación es que se usaron grandes rampas para hacer rodar los pukao hasta la parte superior de los moais», posiblemente inclinados ligeramente hacia adelante.
La técnica
Los investigadores creen que los rapanui hicieron rodar los sombreros usando un método conocido como parbuckling.
Se trata de una técnica usada frecuentemente para dar vuelta embarcaciones que volcaron.
Para ello se fija el centro de una cuerda larga en la parte superior de una rampa y los dos extremos que quedan libres se envuelven alrededor del objeto que se va a mover.
La técnica que permitió desplazar los cilindros de piedra en la rampa es utilizada frecuentemente para enderezar embarcaciones volcadas.
Los extremos pueden ser tirados luego desde la parte superior de la rampa para desplazar los cilindros de piedra.
La técnica habría permitido que un grupo no muy numeroso de individuos movieran los pukao.
«Aún en el caso del pukao más masivo sobre la estatua más alta, unas 10 personas habrían podido hacerlo rodar», afirmó Hixon.
Los sombreros podían girarse 90 grados y ser apalancados con palancas de madera para ser colocados sobre las estatuas.
Otra posibilidad es que las rampas estuvieran inclinadas, por lo que los sombreros eran simplemente levantados para ser colocados en el lugar apropiado.
La importancia ancestral
Emplazar sombreros sobre las estatuas era una práctica «relacionada probablemente con rendir tributo a los ancestros. El sombrero representaba una señal de prestigio», señaló Carl Lipo, profesor de antropología de la Universidad de Binghamton y coautor del estudio.
Colocar sombreros en las estatuas era una forma de honrar a los ancestros, según los investigadores.
Fuente: El Mostrador