Uno de los clásicos de año nuevo es hacer promesas para el año entrante: comer más sano, ahorrar, hacer más ejercicio, la lista es larga, pero al parecer el tiempo que le dedicamos a estas buenas intenciones es poco o nada.
El día en que todo falla
Así al menos lo confirma un estudio de la Universidad de Scranton, que muestra cómo y cuándo las personas fallan con sus promesas de año nuevo. De acuerdo a la publicación, difundida por «The Independent», solo un 8% de las personas logran cumplir los propósitos que se imponen al momento de aparecer los fuegos artificiales.
El 12 de enero es el día en que todo lo prometido queda en «nada».
«Cumplir con las resoluciones es difícil y todos sabemos que en enero se habla y se presiona mucho sobre cómo ponerse en forma y ser más saludables«, dijo Gareth Mills, uno de los encargados del estudio.
Para los expertos de la casa de estudios, la clave está en realizar cambios paulatinos en vez de proponernos transformaciones radicales que nos sean muy difíciles de cumplir.