Si eres fanática de los tomates no puedes dejar de leer esto, ya que aparte de su sabor exquisito esta fruta tiene muchísimas propiedades. Por ejemplo, es rico en vitaminas, especialmente en la A y la C; también en minerales como calcio, fósforo, magnesio y potasio; contiene fibra y es bajo en sodio, entre otras.
Pero eso no es todo, porque científicos alemanes hallaron una nueva razón para disfrutar aún más el tomate, especialmente en el verano. Ello, porque es rico en un antioxidante llamado licopeno, que ayuda a proteger el cuerpo de los dañinos rayos ultravioleta. De esa forma, comerlos en abundancia mantendría alejadas a las arrugas e incluso al cáncer de piel. Sin dejar de lado, claro, un buen protector solar.
Pero eso no es todo, ya que los investigadores también descubrieron que los altos niveles de luteína -pigmento que les da el color- que tienen los tomates, también ayuda a proteger la piel del daño solar. La luteína también está presente en forma abundante en espinacas y kale.
Los científicos para llegar a estas conclusiones realizaron un estudio en el que compararon la piel de 65 personas. Eso sí, pese a los positivos resultados, no recomendaron reemplazar el protector solar por el consumo de tomates, pero aconsejaron incluirlos en la dieta e incluso utilizar suplementos nutricionales ricos en licopeno y luteína para proteger la piel del daño solar.