El Servicio de Salud de Aconcagua deberá indemnizar con 230 millones de pesos a los padres y abuelos de un niño de 6 años que quedó con secuelas neurológicas irreversibles, al asfixiarse con el cordón umbilical en el Hospital San Camilo de San Felipe, en 2012.
La Corte Suprema declaró inadmisible el recurso de casación en contra de la sentencia dictada por la Corte de Apelaciones de Valparaíso, confirmando la falta de servicio en la asistencia del parto, que era calificado de alto riesgo.
Esto porque la madre tenía 16 años y porque se comprobó que durante todo el proceso no hubo un médico obstetra presente.
De acuerdo al fallo, el 5 de julio de 2012, una estudiante en práctica fue quien realizó la maniobra para extraer al menor desde el vientre por orden de una matrona. Como el cuello venía envuelto en el cordón umbilical, la alumna lo habría tirado de forma abrupta, no atreviéndose a sacar el cordón después.
Por último, la matrona concretó la acción, pero al retirar al bebé y ponerlo en el pecho de la mamá, se comprobó que no lloraba y se encontraba en estado semi inconsciente.
Cuando fue llevado a la sala de reanimación y neonatología, el pequeño sufrió convulsiones y un paro cardíaco. Además, al hacerle un examen de estreptococo se confirmó la presencia de bacteria. El bebé estuvo 13 días internado en Santiago, para ser derivado nuevamente a San Felipe, siendo dado de alta el 24 julio de 2012.
Después de un largo proceso de terapias y derivación a la Teletón, el menor sufre de episodios de epilepsia y tiene un retraso psicomotor, además de otras secuelas neurológicas irreversibles, para toda su vida.