El exministro y actual presidente del Bando del Estado, Sebastián Sichel, estuvo en el matinal «Bienvenidos», compartiendo un recorrido de su día a día con el conductor Amaro Gómez-Pablos.
En esa línea, Sichel visitó con el periodista la humilde vivienda en la que vivía cuando era estudiante de Derecho en la Universidad Católica.
La autoridad contó que ahora vive muy cerca del lugar, pero ahora con un mejor pasar y con otra realidad. Caminando unas cuadras, Sichel y Amaro llegaron a una vulcanización y detrás de ella fue donde vivió el exministro cuando joven.
“Mi pieza era el comedor y la cocina”, relató Sichel, quien presentó a la familia dueña del negocio que lo cuidó mientras estudiaba y con la que todavía mantiene el contacto.
El presidente del Banco del Estado contó que fue un estudiante becado y que conoció a su papá recién a los 30 años. Sobre su duro pasar como estudiante, asegura que «no tengo ningún trauma, al contrario, agradezco la vida que he tenido (…) eso demuestra que con cariño uno sale para adelante».
«Mis pololas fueron súper importante, porque yo vivía mucho en la casa de ellas, porque obviamente no podía estar acá, porque era un solo espacio. Muchas de las personas que nos está escuchando, probablemente le ha tocado vivir en mediagua”, expresó Sichel.
Además, agregó: «Muchos amigos no sabían, los del liceo sí. pero mucha gente de la U que son buenos amigos míos no sabían, porque yo nunca invité a nadie a mi casa”.
Aseguró que no invitaba gente no por vergüenza, sino que simplemente no había espacio.
«Quizás el único tiempo que tuve mas vergüenza fue en Derecho, porque… me acuerdo la primera frase que alguien me dijo es si yo había subido el fin de semana, ‘qué es subir’, y caché que hablaban así cuando van a esquiar, pero yo no sabía lo que era”, relató Sichel.
«Había una brecha medio rara con algunos compañeros, y por lo tanto, ahí lo oculté mucho, o probablemente nadie supo, pero me hice grandes amigos que hay varios becados, de regiones, o de gente con lucas pero que eran mus distintos”, concluyó Sichel.