La psicoterapeuta Lois Holzman, directora del Instituto East Side (EE.UU), propone en su publicación “Psychology today” una curiosa alternativa que puede ahorrar unas cuantas discusiones en pareja.
“En lugar de ‘sí, pero’, ¿por qué no decantarnos por un ‘sí, y’? La simple sustitución del adversativo por el conjuntivo, es decir, en lugar de oposición, adición, altera sensiblemente la manera en que somos percibidos y facilita que la otra persona no se ponga a la defensiva”, explica Holzman.
Holzman sostiene que al momento de subir el tono en una discusión se cae en obviedades, como repetir el ‘pero’ antes de escuchar atentamente lo que la otra persona tiene para decir.
“Esta conjunción adversativa es el camino más rápido para poner de los nervios a tu interlocutor. Así que ¿por qué no pensar en otra alternativa semejante, pero mucho más conciliadora?”, revela la especialista.
Los padres, como señala Holzman, utilizan esta fórmula con los hijos para evitar que sientan que se equivocan continuamente. No obstante, recalca, «a medida que nos hacemos mayores, tendemos a escuchar cada vez menos esa frase y a sustituirla por las fórmulas mucho más habituales: ‘sí, pero’ o directamente, ‘no'».