La Universidad de Wisconsin-Madison, en Estados Unidos, hizo un estudio llamado «Las vocalizaciones sociales pueden liberar oxitocina en humanos». Esto para analizar la ‘hormona de la felicidad’ en tiempos de distanciamiento social que vivimos por el Covid-19.
Y es que durante las últimas semanas millones de personas en el mundo se encuentran en sus casas, algunos también distanciados de sus padres, o de los adultos mayores de su familia, ya que el riesgo del virus es mayor en ellos y personas con enfermedades crónicas.
Es por eso que la investigación «Journal Proceeding of The Royal Society B», estudió el apego de un grupo de 61 niñas, entre 7 y 12 años. Ellas debieron hacer una tarea ‘estresante’, que elevara su nivel de cortisol, hormona que se libera en situaciones de estrés. Posteriormente, tenían que hablar con sus mamás, parte de ellas lo hicieron por videollamada, otras por solo audio y unas estuvieron solas.
Según el líder del estudio, Leslie J. Seltzer, le contó a LUN: «Los primeros grupos mostraron resultados muy similares, mientras que el último mantuvo altos niveles de estrés».
El diálogo no era estructurado, sino que el contacto fuera espontáneo.
«Al momento de reunir a las niñas con sus madres, les dijimos que hicieran lo que naturalmente harían, porque cada persona es distinta. Incluso el tener que seguir una instrucción específica podría estresar y modificar un comportamiento natural», señaló Seltzer.
El estudio sostiene en que no hay diferencia en la felicidad que provoca ver a la mamá por videollamada, con la de abrazarla.
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Tras esto, la psicóloga clínica, Fernanda del Valle, recomendó que en estos tiempos puede ser muy bueno hablar con quien sea una figura de apego que nos haga sentir bien. «Cada caso es único, cada uno sabe cuál es la necesidad que tiene con la madre (…) En situación de crisis como la que estamos, se necesita más apoyo y sería bueno, más que hablar con la mamá especialmente, si se puede hacer videollamada. Tiene que ver con lo que cada uno necesita, por lo que también puede ser contacto con el padre u otra persona que lo reconforte», explicó.