Un estudio finlandés concluyó que tomar regularmente un sauna reduce el riesgo de hipertensión, pues el calor mejora la flexibilidad de los vasos sanguíneos que facilita el flujo en la sangre.
El estudio, publicado en el «American journal of hypertension», incluyó a 1.621 hombres de mediana edad con presión arterial normal, quienes fueron seguidos por un promedio de 25 años. Durante ese tiempo, 251 de ellos desarrollaron hipertensión.
En comparación con los que tomaron una sola sesión de sauna a la semana o menos, los que tomaron de dos a tres sesiones tuvieron un 24% menos de probabilidades de sufrir hipertensión, según se recoge en la investigación.
Además, los que visitaron el sauna entre cuatro y siete veces a la semana redujeron el riesgo en un 46%.
El estudio controló el índice de masa corporal, el consumo de alcohol, la frecuencia cardíaca en reposo, el tabaquismo y los antecedentes familiares de hipertensión, entre otras variables.