Como si no bastara con que la Organización Mundial de la Salud haya declarado como enfermedad mental la adicción a los videojuegos o que la dependencia de las redes sociales y smartphones sea un padecimiento moderno, ahora un nuevo estudio ha revelado que el WiFi puede ser más adictivo que el sexo y el alcohol.
Así lo anunció iPass, una empresa dedicada a la conectividad móvil, que realizó una encuesta entre más de 1.700 usuarios de Estados Unidos, Canadá y Europa.
De acuerdo con los hallazgos del estudio, al menos un 5% dijo que no podría dejar el alcohol y un 7% aseguró que le era imposible abandonar el tabaquismo, mientras que el 27% señaló que no podría vivir sin una conexión WiFi.
Del total de encuestados, un 23% prefirió contar con una conexión WiFi a poder bañarse y un 19% dio más importancia a Internet por sobre el contacto humano, además de que un 7% señaló haber utilizado su teléfono móvil durante una práctica sexual.
De este modo, el estudio indica que la dependencia al dispositivo móvil se ha incrementado, al grado de que el 72% aceptó usar en el celular en el baño y el 83% reveló que lo utiliza también desde la cama.
Finalmente, ante la falta de conectividad WiFi, el 62% manifestó sentirse ansioso, mientras que el 38% respondió de manera negativa.