Este estudio podría dar pistas de cómo reducir el número de fumadores que, según el «Journal of the American Medical Association», en los últimos años equivale a 1 de cada 5 norteamericanos.
El estudio
El proceso clínico aleatorio incluyó a 352 participantes de Boston, Massachusetts, quienes fueron reclutados de las salas de espera de los hospitales. Todos los que entraron al estudio fumaban más de 10 cigarrillos al día y querían dejarlo.
Algunos recibieron un folleto y una lista de recursos comunitarios disponibles para ayudar a la gente a dejar de fumar. Otros recibieron la misma lista junto con sesiones extra de consejería sobre cómo dejar de fumar y se les dijo también que obtendrían un pago en efectivo si renunciaban a los cigarrillos.
Eso sí, a los participantes no se les reveló cómo se les pagaría por dejar de fumar cuando entraron al estudio de un año de duración.
Los resultados
En la mitad del proceso, los que dejaron de fumar recibieron 250 dólares y les dijeron que adicionalmente recibirían 500 dólares si no fumaban al cumplirse los 12 meses.
«Cerca del 10% del grupo incentivado había dejado el cigarrillo a los seis meses, comparado con menos del 1% de aquellos a los que se solo les ofreció un folleto», indica el estudio.
A aquellos que no habían dejado de fumar a los seis meses se les dio una segunda oportunidad de hacerlo a cambio de un pago. Y entonces…
«Después de 12 meses, 12% del grupo de intervención dejó de fumar».
Por su parte, pruebas de orina y saliva confirmaron que verdaderamente las personas habían dejado el vicio.
Karen Lasser, líder del estudio y profesora asociada de medicina en la Universidad de Boston, reveló que este método mostró que un enfoque polifacético que emplea incentivos funciona mejor.