Investigadores de la Universidad de Tennessee, Estados Unidos, concluyeron que los millennials son infieles, ya que engañar a sus parejas, para ellos, es un efecto secundario de convertirse en adultos y averiguar quiénes son.
Para llevar a cabo el estudio, publicado en el “Journal of sex research”, los estudiosos decidieron utilizar métodos mixtos.
Reunieron a 104 adultos que en promedio tenían 22 años, en su mayoría heterosexuales y que reportaron haber engañado a su pareja en los últimos seis meses. A través de encuestas se les preguntó por sus experiencias románticas actuales y pasadas, incluyendo las traiciones.
Y los resultados demostraron que 76 participantes, la mayoría de los encuestados, habían sido infieles por razones de interdependencia. Es decir, bajo justificaciones como la necesidad de intimidad, mala comunicación, falta de química, carencia de amor o insatisfacción, entre las más comunes.
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Además, otros participantes mencionaron la soledad, el aburrimiento o simplemente la falta de intereses compartidos.
Un número menor de personas, en tanto, confesó que había engañado por razones que tenían que ver con su propia identidad y autonomía.
Por otro lado, 65 de ellas le echaron la culpa al alcohol, a la atracción por alguien nuevo y a la emoción por hacer algo prohibido.
En definitiva, ya que se piensa que la edad adulta emergente es un momento de exploración y experimentación, los investigadores deducen que la infidelidad para los millennials es un camino a través del cual buscan satisfacer sus necesidades de desarrollo de independencia e interdependencia, así como estimular su desarrollo individual.
