Investigadores de la Universidad de Coventry, Reino Unido, examinaron distintas prácticas como la meditación, el yoga y el tai chi, también conocidas como intervenciones mente/cuerpo, concluyendo que éstas afectan el cuerpo a nivel del ADN de manera positiva.
En específico, esta disciplinas alteran la actividad de genes ligados al estrés y la depresión, según el estudio.
«Millones de personas de todo el mundo ya disfrutan de los beneficios para la salud de las intervenciones mente/cuerpo como el yoga o la meditación. Sin embargo, lo que quizás no saben es que estos beneficios se inician a un nivel molecular y pueden cambiar la manera en la que funciona nuestro código genético», declaró Ivana Buric, directora de la investigación publicada en la revista «Fronteras de la inmunología».
Concretamente, los investigadores se centraron en cómo se ve afectada la expresión genética por estas intervenciones.
Cuando una persona es expuesta a una situación estresante, su sistema nervioso simpático se dispara, lo que da lugar a un incremento de la producción de un factor de transcripción denominado «factor nuclear kappa B» (NF-κB), que regula la forma en que se expresan lo genes.
Así y en condiciones de estrés, lo que hace este NF-κB es activar los genes que producen unas proteínas llamadas citoquinas que promueven la inflamación a nivel celular. Un aspecto a tener muy en cuenta, pues si bien esta respuesta inflamatoria suele ser breve (y totalmente necesaria en condiciones de estrés), puede tener efectos perjudiciales en caso de persistir a largo plazo. Entre otros, aumentar el riesgo de cáncer, envejecimiento acelerado o desarrollo de trastornos mentales como la depresión.
Y en ese contexto, ¿qué beneficio aportan las intervenciones mente/cuerpo? Según este estudio, las personas que las practican muestran una reducción en la producción de NF-κB y de citoquinas, lo que revierte el patrón de expresión de genes pro-inflamatorios y reduce el riesgo de enfermedades asociadas a esta inflamación.