Un equipo dirigido por la científica canadiense Meghan Azad analizó los trabajos de investigación más recientes enfocados en los endulzantes artificiales y halló que mientras los patrocinados por la industria de edulcorantes mostraban una relación directa entre estos sustitutos del azúcar y la reducción de peso, los estudios realizados de manera independiente indicaban otra cosa.
Por lo tanto, se centraron en una revisión separada de una muestra más amplia, concluyendo que quienes habían consumido endulzantes artificiales como aspartamo, sucralosa o stevia, manifestaban a largo plazo un alza de peso y un aumento en la circunferencia de su cintura.
Adicionalmente, incrementaba en estas personas el riesgo de padecer obesidad, diabetes tipo 2, presión arterial alta y enfermedades del corazón.
Para llevar a cabo esta investigación, los científicos revisaron 37 estudios previos que siguieron a más de 400 mil personas durante un promedio de diez años. Siete de ellos realizaron controles aleatorios con la participación de 1.003 voluntarios que fueron seguidos durante una media de seis meses.
«Sobre la base de toda la investigación realizada hasta el momento, no existe prueba clara de un beneficio de los edulcorantes artificiales, pero sí hay evidencia de un daño potencial en el largo plazo«, dijo Azad a la cadena CNN.
«Esto debería inspirar a las personas sobre si quieren consumir edulcorantes artificiales, especialmente de manera regular, porque no sabemos si son una alternativa verdaderamente inofensiva al azúcar», agregó la científica de la Universidad de Manitoba.
Azad pone énfasis en este tema, dado el consumo generalizado de edulcorantes y su creciente uso en todo tipo de alimentos.
Según sus conclusiones, más del 40% de los estadounidenses adultos consumen endulzantes diariamente e incluso sin saberlo. Ello, pues estudios que incluyeron análisis de sangre y orina revelaron una significativa presencia de ellos en personas que dijeron que no los consumían.
«Nuestros resultados envían un fuerte mensaje a los investigadores y a los organismos de financiación de investigaciones sobre la necesidad de más estudios para comprender el impacto a largo plazo de la salud de los edulcorantes artificiales«, concluyó Azad.